Amenaza contra los hijos

Escrito por Adriana Islas

Fui con mis hijos al supermercado a comprar enseres, pero ese día, en especial, ocurrió que en la música ambiental del lugar sonaba un comercial de atún y, no pasó mucho tiempo para darme cuenta que mis hijos lo memorizaron y comenzaron a cantar.

Estoy segura de que te ha ocurrido lo mismo, ya sea en un anuncio de radio, televisión o plataforma digital. Nuestros hijos son como esponjas, absorben todo cuanto esté a su alrededor; son fáciles de modelar y sugestionar.

Por eso, «nuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar» (1 P 5:8) y ellos son una presa fácil.

Como mamás, debemos ser entendidas de cuál es la verdadera labor en el hogar.
Solemos creer que es suficiente con proveer, alimentar y cuidar de nuestros hijos, pero, esa visión es muy limitada y errónea.

Nadie nace con un manual para papás y si lo supieran parecería ser que nadie sabe cómo llevarlo a cabo. Pero gracias a Dios, tenemos Su palabra; la cual «Es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia» (2 Ti 3:16).

Ella se encuentra llena de sabiduría y nos permite saber cómo guiar a nuestros hijos conforme a la voluntad del Padre, por esto debe ser la base y fundamento, no sólo de la crianza, sino de nuestra vida.

Es cierto, somos llamadas a brindarles un hogar, pero un lugar donde se encuentren seguros, donde sean instruidos en el temor de Dios; no solo con palabras sino también con ejemplo. Es necesario, brindarles confianza, tener comunicación. Interesarse en sus gustos y preferencias. Construir relaciones significativas con ellos.

Los hijos no son robots o muñecos, no están en la familia para que se porten bien, sino que tienen todo un propósito de parte de Dios.

«Un don del Señor son los hijos y recompensa es el fruto del vientre. Como flechas en la mano del guerrero, así son los hijos tenidos en la juventud» (Sal 127:3-4).

Somos quienes los guiamos y direccionamos, por eso el ataque y la amenaza contra ellos es tan grande.

Se invierte demasiado en capturar sus mentes y corazones a través de la tecnología, la moda, el materialismo y la supuesta libertad de expresión.

Hoy tenemos la gran oportunidad de considerar nuestra maternidad. Para ello, hagámonos las siguientes preguntas:

¿Cómo y hacia dónde estamos llevando a nuestros hijos?
¿Les disciplinamos en y con amor?
¿Establecemos límites?
¿Estamos siendo misericordiosas y perdonadoras con ellos?

Querida mamá, no te abrumes. «Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna» (He 4:16).

¡Siempre estamos a una decisión!

Adriana Islas vive en ciudad de México. Está felizmente casada desde hace 15 años con su amado pastor. Tienen tres hijos. Ella se considera una mamá en proceso. Se siente dichosa de ser participante de la gracia divina. Le encanta escribir y usar sus escritos para compartir todo aquello que Dios le permite conocer y vivir.

Publicado por mujerquepersevera

«Mujer que persevera» existe para alentar, equipar y desafiar a las mujeres de habla hispana, a conocer el Evangelio de Jesucristo y vivir su alegría en cada área de la vida. Nuestro lema es: «El Evangelio nos hace perseverar».

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